Esta es la escena
del Zócalo en la mañana de lunes: una niña con cancán mueve el vestido rosa
frente a la cúpula de la catedral de Puebla. El viento no interrumpe a un
mendrugo de Tuna que pasa por la cabina telefónica (hay muchas todavía):
reducto para el que finge llamar cuando en realidad está miando. Un gato es una
almohadilla para las encuestas y demás cartones que piden el zinc.
Sacarse
el pasaporte en México se parece mucho a comprar un boleto para ver una
película en Cinépolis (de Angelópolis, por ejemplo). Vas al Centro Integral de Servicios (CIS) y te formas para
preguntar dónde tienes que formarte. Cuando sabes qué película hacen a qué hora
en qué sala, te dan la orden para que pagues. La cola es enorme y la mitad de
las máquinas no funciona. No debes de perder, nunca, estos justificantes. Al
entregar los papeles, te revisan lo que pides, si son palomitas saladas del
combo jumbo y promoción de crepas 2 x 1 en otro mostrador distinto, muy lejos
del baño. Recuerda no olvidar los papeles que te están dando. Hay un módulo
donde te toman la foto. Hay un módulo donde le tomas la foto a las palomitas
ahora sí con Valentina. Mucho tiempo después del que venía en tu cita, en
cualquiera de las dos experiencias, empieza el asunto por el que pagaste tanto
dinero. De pronto te enteras de que puedes comprar los boletos con la
aplicación, pero nada de eso tendría sentido.
Andrea Rivas y Glafira Rocha en las "Tardes de té" |
Glafira
Rocha nos habla junto a Andrea Rivas de cómo crear un personaje. Son "Tardes de té" en la Facultad. Ejercitamos el presente, salimos de nuestro cuerpo y nos vemos. Los resultados pueden ser espeluznantes.
En
la Feria de Lectura y Escritura FfyLees de la BUAP lo dice Enrique Serna frente al repleto Salón Barroco del Edificio
Carolino: estamos leyendo mal El Quijote. Los homeless de Estados Unidos son derrotados,
mientras que los de México son teporochos irredentos y satisfechos (en
ocasiones, orgullosos). Estos últimos, dice el escritor, no tuvieron otra
oportunidad. El sueño americano es, eso, americano (cuando mismamente olvidamos
donde estamos).
Enrique Serna inaugura la FfyLees en la BUAP |
El
ovalado balón parece caer en el Popo. Cumplir años es un logro. La gente corre
y lanza fuerte lo que nos pesa, al aire; la felicidad es voltear y ver la calle
sonando bajo un grupo al mismo paso.
El
fin de semana en Cholula cuatro letras luminosas presiden Luzcrecia. Dicen
Abril no por el mes, sino por la quinceañera que celebra un fiestón nunca visto
entre familiares emocionados y trajes que bailan por sí solos. Asistir a una
fiesta de este tipo es algo único. Y se lo agradezco a Karla.
Una
semana después de la muerte de Alberto Cortez, de la que me enteré por mi
casera Gaby, “Lo vamos a soñar todo de nuevo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario