Ya estoy en
España, en un día clave por las elecciones a la presidencia del Gobierno. Los
últimos días en México tuvieron una mezcla de pena y de ilusión: tristeza por
dejar un país que amo y alegría por volver a un país que amo.
Hace una semana estaba en el centro
de lo que recientemente ya es Ciudad de México.
Entonces me despedía de gente que conocí en 2011, con las que compartí ponches y
piñatas; extrañaba a otros sobre todo a Chucho y los de “La Gaseosa”, veíamos
el Belén más grande del mundo en el Azteca con Colombia como pasión…;
brindábamos en Cuernavaca por un parteaguas, en una piscina. Ahora me dolía
también dejar de ver a quienes conocí en estos meses.
Zócalo |
Condominio El Altillo |
El Zócalo tiene más nieve y más
calor esta vez. El árbol de Navidad no quita el belén. El nacimiento del
Condominio el Altillo conserva las mismas piezas, las ardillas trepan por
plantas más altas y las fachadas mantienen las rutas de los caracoles suicidas
que alguna vez poetizó un inquilino. Las esculturas de Javier Marín y el Colegio de San Ildefonso volvían a unirse, en sólido.
Obras de Javier Marín |
Librería Novo (en Av. Universidad) |
El abrazo es la parte del cuerpo que
seguramente menos desarrollada tenemos, de ahí que, cuando esta expresión se
encuentra con otra, la intensidad se adhiere a la piel y al recuerdo, en ese
orden: la piel cambia, pero la memoria es fuerte. En este blog estas palabras y
estas imágenes recogen parte de lo que he sentido en DF. Al escribirlo
disfrutaba de nuevo. Ahora queda para quien quiera vivir (que no estar) en la
región, pese al esmog, más transparente.
Agradezco con una sonrisa (que es el
mejor pago, sin casas de cambio) a quienes me permitieron ir a México, una vez
más. Mis padres, sobre todo, me animaron; me acompañaron incluso. Este año no
me preguntaron si estaba bien. Ellos ya lo sabían. Mi familia y mis amigos me
transmitieron su fuerza y su cariño. WhatsApp,
a diferencia de en 2011, facilitó que las palabras fueran voces interoceánicas. UA
son las vocales de UNAM. Ambas permiten la literatura. La primera es la base.
Tacos "El Gordo" (frente al cartel amarillo de "Baje de peso") |
También me alegra que este blog haya
tenido visitas, aunque no era el objetivo. El fin de esto es que México las
tenga, doblemente: la república bien lo vale, y sus gentes lo agradecerán. Estar
en México es un logro, ser de España es un gozo.
osAso |
Al llegar al Aeropuerto Adolfo
Suárez-Madrid Barajas me impresionaron las familias de ojos largos. Entre los
abrigos que cubrían un desánimo generacional (ausente más allá del Atlántico)
se alzaba una pancarta: “Exiliado forzoso por juventud precaria”. Estas cinco
palabras deberían de atraer la atención de alguien con esas características. ¿Quién
las habrá escrito? Las letras son firmes, pero negras. Los adjetivos (“exiliado”,
“forzoso” y “precaria”) describen, tristemente, a España. El sustantivo (“juventud”)
es lo único positivo de ese mensaje. Aprovechémonos del ímpetu precoz y usemos
la preposición (“por”) para preguntar, cruzar los límites y volver a lo
establecido, con cambios.
Gracias a quienes están; a quienes
no; y a quienes, desde hoy, estarán.
Pese a la desigualdad, la
injusticia, la corrupción y los problemas que compartimos con México, tenemos
mucho que aprender de ellos. Su pasión colectiva y su respeto por lo otro son
dos de las cualidades que tanto en 2011 como en 2015 he disfrutado.
Tacos Cancún en La Tía Juana |
Esta semana los chilangos estaban
furiosos. Entró en vigor en nuevo código de circulación. “¿Por qué nos tenemos
que poner el cinturón de seguridad en el taxi? ¿Dónde vamos a parar…?”, decían
algunos. El apagón analógico repitió lo que se vio (o mejor dicho, lo que no se
vio) hace meses en España. Que el atraso sea algo voluntario.
Paella de "La Flori" |
Hoy es domingo y escribo la última
entrada de esta aventura, con las mismas ganas por lo que vendrá, por preparar
la semana y pensar (recordando lo que se encuentra en la ciudad más grande del
mundo). Al lugar donde fuiste feliz deberías tratar de volver.
“México” y “España” tienen las
mismas letras. “Gracias”, una más; porque es plural. La riqueza de ambos debe
de acabar con la pobreza. Buba Alarcón (Chihuahua, Chihuahua, 1983) se pregunta
en “Mi país”:
Me llena de tristeza mi país
me llena de vergüenza
cuando el gringo
el
gachupín
me dice que se enamora de él
muerdo mi lengua
aprieto mis labios para no escupirles
no
porque seamos el patio trasero
no
porque guarde rencor por un tesoro azteca
(pobre
mi país)
¿qué es lo que
te enamora? me pregunto para mis adentros
el niño tarahumara
desnutrido
pidiéndote korima dólar
el ejército de mierda
cocainómanos
gritándole a Piernas-a Güerita-a Masita
nuestras cruces rosas
de
impunidad convertidas en un sitio turístico
nuestra policía surrealista
podrida
egoísta y nazca con propuestas estúpidas e
ignorantes
o la gente que ya no cree
que no exige
que te dice pásale güerito
que bebe y se olvida
ve el fut
y se vende por una despensa
¿qué es lo que te enamora?
que yo también
quiero enamorarme otra vez.
A mí me enamora
que, aun así, existan poemas como este.
GRACIAS
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