En la UAEH (foto de Claudia Sandoval) |
Gracias a Alejandro
Palma, al equipo de la BUAP, a Puebla y a México pongo fin con enorme gozo a la
estancia posdoctoral en la Facultad de Filosofía y Letras. No porque acabe,
sino porque apenas comienza un rumbo para la investigación y la docencia que
traté de compartir en Pachuca con Arístides Luis y Claudia Sandoval: “Puntos de encuentro en la poesía de México y España”.
Paquete |
El lunes empecé a ver todo lo que no
cabía en la maleta. Envié dos cajas de libros a mi maestra en Alicante.
Conviene que el destino sea la Universidad. Hace años las mandé a mi casa, en Villena,
y la aduana me exigió durante tres meses, cuatro después de haber ido a Correos
de México, 80 euros (1000 pesos). Esta vez espero evitar los impuestos para
material de trabajo que no tiene ningún fin comercial. Los dos paquetes pesaron
lo mismo, algo más de 11 kilos, y me salieron por 2500 pesos cada uno. En
total, unos 250 euros. Más o menos es lo mismo que si compras una maleta para
llevarla contigo en Iberia, pero el problema es que no tengo manos para agarrar
tantos bultos. Solo un macuto que explotará a punto de llegar a la zona del
precinto.
El martes hablo de poesía mexicana
en el Seminario de Posgrado que coordina Víctor Toledo, a quien tengo ganas de
hacerle varias preguntas. Me parece que se hila un buen debate en la víspera de
compartir los vínculos entre el país que da nombre a la lengua y el de más
hispanohablantes. Las antologías, el canon, la estructura, la metodología y las
bases teóricas y filológicas dan juego en un espacio en el que me despido de excelentes
estudiantes. Se celebra la comida de fin de semestre.
Con el grupo de Teoría y análisis literario |
Brindis del equipo directivo de la Facultad |
Real del Monte |
El autobús de ADO pone Malcolm in the middle a toda
pastilla. En cambio va lento por el denso tráfico que empaña el Popo, blanco de
quienes aún miramos al cielo con la esperanza incontingente. Se demora y por
poco llego al Aula virtual del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de
la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), donde preparan una Feria
Universitaria del Libro que espera juntar a poetas y especialistas. Es una
manera de incentivar la lectura y el diálogo. Preocupan la ligazón de la poesía
con la política y la imposición de una lectura colonial aún desde España. Los
prismas basálticos son imperdibles, pero yo lo hago por falta de tiempo. A
cambio, Arístides y Alfonso Valencia me recuerdan mi estado con pastes y
enchiladas mineras en Real del Monte, donde los ingleses llevaron el futbol.
Torneo de futbol en Ciudad universitaria |
Al día siguiente lo pongo en práctica
con maestros y estudiantes en el Torneo universitario que coordina Héctor Costilla.
En Ciudad universitaria los tiempos de veinte minutos nos hacen ganar, perder y
empatar haciendo la croqueta con la playera que en 2011 me dio el Profe. Era la
de Puebla y entonces desconocía los códigos de la cancha que ahora me parece mayor.
Cerramos el proyecto de poesía experimental con textos de Ulises Carrión,
Leticia Ocharán y Roberto López Moreno.
Concierto de Ximena Sariñana |
El viernes Ximena Sariñana da un
concierto en el Complejo universitario. Como ocurrió con Serrat, la mayor parte
del enorme auditorio está vacía. Nos reubican cerca, pero aún así las
canciones, como me advertían, suenan igual. Fui por tener una voz, dicen, parecida
a la de Natalia Lafourcade. Al menos el amor sí tuvo su chance en dos jóvenes
que se pidieron matrimonio frente al escenario. La muletilla “este…” sirvió
para encontrar el anillo, el suelo y la mano.
Los sapos están de aniversario y
ponen a la venta un buen de charolas de cerveza mexicana, de los años cuarenta,
revistas que por fin encuentro sobre los ovnis que tanto atraen a mi padre y
aretes para la familia que ya no puedo extrañar más. El mole almendrado está a 60
pesos (unos tres euros), y el vino mexicano Monte Xanic que me recomendó
Antonio maridará con los chapulines. Es temporada de insectos.
Como con quienes tan bien me han
tratado en Puebla y soy feliz. Me despido con la gente que vi al llegar a
finales de 2018 y celebro un año que ha dado tantas alegrías como fuerzas para
seguir entre España y México. ¡Gracias!
Un hogar |
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